“Ganó la nacionalización sobre
la privatización”, sostuvo el presidente boliviano, Evo Morales, al proclamar
su triunfo en las elecciones celebradas este domingo, tras conocerse sondeos a
boca de urna que le otorgaron una aplastante victoria de más de 60 por ciento
de los votos, contra 25 puntos de su más cercano rival, el centroderechista
Samuel Doria Medina, quien reconoció su derrota.
El gobernante, al frente del
Movimiento al Socialismo (MAS), habló del crecimiento en casi todo el país.
Aseguró que habían ganado en ocho de los nueve departamentos, con excepción de
Beni, y dijo que esto se debe al trabajo de todos y a la confianza que han sabido
ganarse.
Morales, acompañado del
vicepresidente, Álvaro García Linera, subrayó: “este es el sentimiento de
liberación de nuestros pueblos. ¿Hasta cuándo seguir sometidos al imperio o al
sistema capitalista? Este triunfo es de los antimperialistas y los anticolonialistas”.
Luego exclamó, a coro con la gente: “patria sí, colonia no; patria sí, colonia
no; patria sí, colonia no...
“Aquí había a debate dos
programas: la nacionalización o la privatización. Con más de 60 por ciento ganó
la nacionalización”, apuntó el ex líder sindicalista cocalero de 55 años, muy
popular por haber llevado a las masas el gas natural y la riqueza minera de
Bolivia.
En otra parte de su discurso,
en que clamaba “hermanos y hermanas”, dijo que había un gran movimiento de
liberación nacional y que, como decía el subcomandante Marcos: “gobernar
obedeciendo al pueblo”.
En estas elecciones “han ganado
la dignidad y la soberanía nacional. Quiero celebrar este triunfo del pueblo
boliviano en democracia, dedicarlo a toda América Latina, a Fidel Castro, a
Hugo Chávez que en paz descanse; a todos los antimperialistas y
anticolonialistas. Hemos crecido bastante, en un proceso de cambio, con una la
revolución democrática cultural”, asentó.
“Quiero decirle a nuestros
opositores que no hagan confrontación. ¡Vengan, trabajemos por Bolivia!”,
fueron otras palabras de Morales en esta noche de festejo, en la que también
hubo fuegos artificiales y no pocos jóvenes que interrumpían con ovaciones y referencias
al colectivo Generación Evo.
El primer presidente indígena
en Bolivia, que llegó al poder en 2006 al frente de las fuerzas del MAS y tuvo
una dura resistencia en sus primeros años, enfrentó una oposición fragmentada y
disminuida que no logró convertirse en alternativa electoral para disputarle
una tercera gestión 2015-2020.
Los sondeos a boca de urna
divulgados por televisoras y datos extraoficiales, además de otorgar a Morales
más de 60 por ciento de los votos, contra 25 para Doria Medina, postulado por
la centroderechista Unidad Demócrata, colocaron al ex presidente conservador
del Partido Demócrata Cristiano Jorge Medina en tercer lugar, con 9.6 por
ciento de los sufragios.
El MAS volverá a controlar dos
tercios de la bicamaral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Ocupará 24 de
las 36 bancas en el Senado y 80 de las 130 diputaciones, es decir, 104 de los
156 escaños de la ALP, siempre de acuerdo con cálculos fundados en datos
extraoficiales, indicó la agencia oficial Abi.
La Unidad Demócrata, de Doria
Medina, habría cosechado 35 escaños en la Cámara de Diputados, el Partido
Demócrata Cristiano (PDC), de Quiroga once, y el Movimiento Sin Miedo uno, lo
mismo que el Partido Verde.
En el Senado, el MAS consiguió
24 asientos, la UD nueve y el PDC uno, precisó Abi.
Incluso el influyente sector
empresarial de Santa Cruz, en el este del país, motor económico de Bolivia,
inicialmente la oposición más dura a la política indigenista, antiestadunidense
y nacionalista de Morales, se ha volcado paulatinamente en su apoyo, favorecido
por el crecimiento económico y el buen desempeño de los negocios.
Según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), Bolivia podría lograr este año un crecimiento del PIB de
6.5 por ciento, el mayor en la región. También se ha ganado elogios de Wall
Street por su manejo macroeconómico.
Morales basó su campaña
electoral en los logros económicos de su gestión y medidas como la
nacionalización de los hidrocarburos en 2006, que le dieron cuantiosos recursos
al Estado y le permitieron mejorar la distribución del ingreso en beneficio de
sectores populares.
Con 10 millones de habitantes,
62 por ciento de la población de Bolivia son indígenas y campesinos.
El presidente y líder cocalero,
nacido en el seno de una familia aymara y pastor de llamas en su niñez, buscaba
una ventaja superior a 60 por ciento de los votos para mantener el control
absoluto del Congreso y gobernar sin oposición. En las últimas elecciones, en
2009, logró 64 por ciento de los sufragios.
Tras admitir su derrota, Doria
Medina dijo: “vamos a seguir trabajando para hacer un mejor país”.
La oposición ha cuestionado
otra postulación de Morales, aunque él alega que debió interrumpir y reiniciar
en 2009 su primer mandato (2006-2011), cuando se eliminó la República y se creó
el Estado Plurinacional de Bolivia con una nueva Constitución.
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