Guayaquil es una ciudad de
oficios, por algo el Municipio contrató la construcción y colocación de los
monumentos de la calle Panamá, los mismos que despertaron críticas y elogios. Uno
de los oficios recientes de la ciudad es el de lavacarros, trabajo honrado que
ejercen cientos de familias de la urbe, pero que amenaza con desaparecer por
las ordenanzas municipales.
Para buscar soluciones y propuestas,
que llevar al cabildo, para así poder seguir brindando el servicio a la ciudadanía; los
agremiados de Asociación de Lavacarros Unidos del Guayas se autoconvocó a una
asamblea extraordinaria en su sede ubicada en las calles Av. Machala y
Huancavilca.
Jacinto Alejandro Valverde, presidente
del gremio, dio a conocer a los socios la diligencia realizada el lunes 19 de
enero, día en el que llevaron un oficio dirigido al alcalde Jaime Nebot, en
busca de abrir un dialogo que pueda culminar en la autorización de un año más
de permiso para trabajar en las calles de la urbe.
Además se socializaron las palabras
recibidas por Enrique Campuzano, director del departamento de Ayuda Social del
Municipio de Guayaquil, quien les manifestó de los pasos a seguir para su regularización,
según las leyes municipales.
Los miembros de la asociación
solicitan un año más de prórroga para regularizarse y así cumplir con todos los
parámetros legales. El año de gracia responde a adquirir o alquilar terrenos
adecuados para el desempeño de las labores.
Según la asociación el alcalde
de la ciudad ya les ha agendado una cita para dialogar al respecto, pero aun no
conocen la fecha de la audiencia.
Entre las propuestas a plantear
están el lavado de carros a domicilio, la asociación de cinco personas para el
alquiler de locales o terrenos, turnos de atención, entre otras propuestas.
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