Las autoridades de Indonesia
han informado este lunes de que lo más probable es que el vuelo QZ8501 de la
compañía malasia AirAsia desaparecido este domingo esté "en el fondo del
mar", de acuerdo con el cálculo del lugar donde pudo caer, según ha dicho
en rueda de prensa el jefe del equipo de rescate, Bambang Soelistyo. El primer
almirante indonesio, Sigit Setiayana, aseguró a la agencia AP que la
visibilidad era buena, por lo que “si Dios quiere, lo encontraremos pronto”.
Las labores de búsqueda se
suspendieron con la caída de la noche pero se reiniciaron el lunes al amanecer
en el Mar de Java. La búsqueda se centra en aguas próximas a la isla de
Belitung, en la zona donde se perdió el contacto. Kalla ha asegurado que
"el Gobierno indonesio ha ordenado a la Agencia Nacional de Búsqueda y
Rescate (Basarnas), a la Fuerza Aérea, a la Marina y al Ejército, así como a
las autoridades locales, que movilicen hasta el último recurso y material para
buscar este avión, por mar y por tierra".
El avión, un Airbus A320-200,
con 162 personas a bordo, cubría la ruta entre la ciudad Indonesia de Surabaya
y Singapur y desapareció la mañana de este domingo de los radares. Las
autoridades aéreas perdieron el contacto con el aparato a las 7.24 hora local
(1.24 hora peninsular española), unos 45 minutos después del despegue.
Instantes antes de desaparecer,
el piloto de la aeronave había solicitado permiso para desviarse de la ruta
prevista, concretamente para pasar de los 9.800 metros de altura en que volaba
a los 11.600 por problemas de visibilidad debidos al mal tiempo. La compañía no
tardó en confirmar en un comunicado la desaparición del aparato, lo que
presagiaba una nueva tragedia de la aviación malasia, que ha sufrido en 2014 el
año más catastrófico de su historia.
En el aparato viajaban 155
pasajeros, entre ellos 16 niños y un bebé, además de los dos pilotos y cinco
miembros de la tripulación –cuatro azafatas y un ingeniero-. La mayoría de los
desaparecidos son de nacionalidad indonesia (155), pero también tres
surcoreanos, un malasio, un francés, un británico y un singapurense, según
AirAsia. El piloto y el primer oficial contaban con 6.100 y 2.275 horas de
vuelo respectivamente. El artefacto superó con éxito su última revisión el
pasado 16 de noviembre.
AirAsia tiene sede en Kuala
Lumpur y está considerada como la mejor aerolínea de bajo coste del sureste
asiático, con más de 100 destinos en 22 países de la región. Desde su estreno
en 1996, nunca había sufrido un accidente. Su flota de aviones es de los más
jóvenes, con un promedio de vida de tres años y medio. De hecho, el Airbus
desaparecido se ensambló en octubre de 2008. El consejero delegado de la
compañía, Tony Fernandes, se ha desplazado hacia el aeropuerto de Surabaya,
donde se encuentran la mayoría de familiares de los pasajeros.
2014 ha sido un año desastroso
para las compañías aéreas malasias. El suceso del domingo ocurre diez meses
después que el vuelo MH370 de Malaysia Airlines desapareciera mientras cubría
la ruta entre Kuala Lumpur y Pekín con 239 personas a bordo. El Boeing 777-200
perdió el contacto con la torre de control en la madrugada del 8 de marzo y,
según los expertos, cambió su rumbo y acabó precipitándose en algún punto del
océano Índico. Sin embargo, por el momento no se ha encontrado ningún resto del
aparato que confirme esta tesis ni se han determinado las causas del accidente.
La desaparición del avión desembocó en una operación de búsqueda y rescate sin
precedentes que se extendió desde el sur del Índico hasta Asia Central en la
que participaron más de 24 países. Las tareas de búsqueda siguen al día de hoy
lideradas por Australia y Malasia.
Cuatro meses más tarde, el
vuelo MH17 que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur de la misma
compañía fue abatido presuntamente por un misil cuando sobrevolaba Ucrania en
una zona controlada por los rebeldes prorrusos. Las 298 personas a bordo
murieron en el suceso.
El primer ministro malayo,
Najib Razak, que tuvo que volver antes de sus vacaciones para coordinar las
tareas de socorro en las mayores inundaciones que ha sufrido Malasia en las
últimas décadas, aseguró en un comunicado que la desaparición del vuelo QZ8501
es una noticia “muy triste” y que Malasia “ayudará en todo lo que haga falta”.Redacción elpais.com