Un equipo de científicos de la
Universidad de Stanford (EE.UU.) ha desarrollado una batería de aluminio de
alto rendimiento y durabilidad capaz de cargar un teléfono móvil en menos de un
minuto.
El desarrollo, publicado esta
semana en la revista científica Nature, se encuentra en fase experimental pero
los investigadores destacan que esta batería de aluminio podría terminar siendo
una alternativa comercial tanto a las baterías de ión-litio (las habituales en
portátiles y teléfonos móviles) como a las pilas alcalinas.
El aluminio ha sido un material
con el que se ha experimentado durante décadas para el desarrollo de baterías
comercialmente viables, pero ahora un equipo liderado por el catedrático de
química Hongjie Dai ha logrado diseñar una propuesta de alto rendimiento, carga
rápida y más económica que las de ión-litio.
El desafío era encontrar un
material capaz de producir suficiente voltaje tras repetidos ciclos de carga y
descarga.
La batería desarrollada tiene
dos electrodos: un ánodo y un cátodo -que se ha hecho con grafito- cargados,
que se dispusieron junto a un electrolito líquido iónico.
El resultado es una batería
capaz de cargar un teléfono móvil en un minuto, que mantiene su capacidad
durante 7.500 ciclos de carga (frente a los mil de una batería de ión-litio
estándar) y que se puede doblar, con lo que tiene potencial para ser utilizada
en dispositivos flexibles.
La batería recargable
experimental genera unos dos voltios de electricidad, la mayor hasta la fecha
para una de aluminio, pero los investigadores trabajan para alcanzar el voltaje
de una de litio, que es del doble.
"Mejorando el material del
cátodo podría aumentarse el voltaje y la densidad de la energía", indica
en la web de Stanford el científico Dai.
Los investigadores destacan su
bajo costo, baja inflamabilidad -no se prende ni cuando es perforada, frente a
las de litio, que pueden salir ardiendo- y su alta capacidad para contener
mucha carga.
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