Los trabajadores portuarios de
América Latina analizan desde ayer su futuro, justo donde nació el puerto de
Guayaquil en la época colonial: en el malecón Simón Bolívar.
El español Jordi Aragunde,
coordinador general del Consejo Internacional de Estibadores (IDC), dijo que la
reunión de los delegados de América Latina es importante porque busca
estrategias para enfrentar los desafíos de la modernización de los puertos y
las políticas laborales de los países.
"Hemos hecho esta reunión
en Guayaquil para demostrar a la ciudadanía (y) a los gobiernos que necesitamos
del apoyo de todo el mundo para poder evolucionar".
Los retos: la adaptación a la
evolución tecnológica. En Europa ha llegado la maquinaria que funciona a través
de rayos y no hay una persona manipulándola. Lo que planteamos es que la
persona que envía la orden a la máquina, a distancia, sea un trabajador con
formación. Que se adapte a lo nuevo", añadió.
Aragunde sostiene que en
América Latina no hay una referencia uniforme para todo el mundo, cada país
tiene su propia ley, su propio condicionante. No hay un órgano que busque la
mejoría.
Al mediodía y en la noche, los
trabajadores se reunieron con el subsecretario de Puertos de Ecuador, José
Chamorro, para analizar la situación laboral del sector en el país.
Rodrigo Tumbaco, titular de la
Coordinadora de Trabajadores Portuarios de Ecuador, señaló que desde el año
2000 muchos empleados han sido despedidos de las terminales y que aún no tienen
el apoyo necesario del Gobierno.
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